Sea por las recetas, sea por la antigüedad de la gastronomía marroquí, sea por su innovación, la cocina jebli preserva sus secretos basados en los aromas que se utilizan en celebraciones y fiestas como el Ramadán, y el Matrimonio entre otras.
La magia interviene en cada una de las fases de las preparaciones manuales con la ayuda de los aromas especiales que producen las especias como "Ras Elhannout", azafrán, o el aceite de oliva y el fuego a carbón; y sobre todo con los productos de la tierra como hortalizas, frutas y verduras.
El horno tradicional, bajo dirección de un "Maalem", es una parte muy importante del servicio; la preparación del pan y de los platos cotidianos (como la Tajine, Harira, Bayssar, Cuscús, Pastela, etc.), la pastelería y frutos secos.
Los platos se disfrutan con los olores y las formas de presentación en torno a una mesa servida de un plato principal decorado con las pequeñas variedades de ensaladas y frutos.
Cuándo llega la hora de comer juntos se deben lavar las manos siguiendo el turno y hay que recordar la palabra "Bésmillah" antes de empezar.
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